Este 2021 en México se llevará a cabo la Jornada Electoral más grande y compleja de la historia democrática, resulta importante analizar los retos a los que se enfrentará este proceso electoral, no solo en cuestión de la democracia mexicana, sino a las del ambiente político, social y económico, ya que será difícil dejar atrás el año 2020, debido a la crisis que se originó a causa de la pandemia del coronavirus SARS-Cov-2, virus que generó una pérdida considerable de empleos, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la cifra de los empleos que se perdieron fue de 626 mil al cierre del año 2020; con las campañas de vacunación que se han estado llevando a cabo, la población espera que los contagios logren ser controlados, para lograr reactivar las actividades productivas de la economía y resolver situaciones sociales como son: económicos, políticos, salud, seguridad, falta de empleo, contaminación y sanitarios, etc., estas son algunas de las problemáticas a las que se tiene que enfrentar la administración actual.

Cabe mencionar que este año es de proceso electoral y por primera vez en la historia, las elecciones federales y locales serán en las 32 entidades del país, donde 92.4 millones de mexicanas y mexicanos elegirán más de 20 mil cargos de elección popular, entre ellos: 15 gubernaturas, 1,063 diputaciones de 30 congresos locales, 1,926 ayuntamientos, 16 alcaldías y 500 escaños en la Cámara de Diputados, de los cuales la sociedad mexicana durante el periodo de campañas se verá inundada de spots donde manifestaran sus propuestas proselitistas, pero esto puede verse afectado por varias causas, una de ellas es que el bienestar de la población no se ve reflejado, dos que la ciudadanía tiene desconfianza hacia las instituciones y sus gobernantes, debido a que los gobiernos anteriores han dejado sin resolver la inseguridad, la injusticia y la corrupción, los cuales fueron y siguen siendo un problema en la sociedad, debilitando el Estado de derecho.

Otro factor importante que se debe tener en cuenta para estos tiempos de elecciones y pandemia son los medios de información, pues como sabemos los medios tradicionales como son los periódicos, revistas, etc. se han visto superados por las plataformas digitales en especial las redes sociales por mencionar algunas como lo son Facebook, Instagram, Twitter, YouTube, entre otras, ya que estos han sido uno de los principales canales de difusión de información, en los cuales hay que tener mayor cuidado, pues en ocasiones se puede encontrar con información falsa y engañosa, pero también estos medios han proporcionado un espacio para distribuir información veraz, efectiva y confiable, recordemos que la información es un elemento indispensable y esencial para que los comicios puedan dotar de certeza a las elecciones, echando a andar mecanismos para impedir que la propagación de noticias falsas sean un factor determinante en los resultados, garantizando al mismo tiempo la libertad de expresión de todas y todos los mexicanos y así contar con una participación activa e informada por sus electores con el objetivo de conocer, comparar, evaluar y decidir su voto, gracias a estos medios esta jornada electoral se pretende se dé con la mayor transparencia y legalidad posible.

Otro tema que se debe tener en cuenta y atender en este proceso electoral 2020-2021, es la paridad de género, producto de dos reformas constitucionales aprobadas por la LXIV Legislatura, en las cuales se implementa una serie de lineamientos que se instrumentaron a partir de 2018, para garantizar el acceso de las mujeres a los cargos de gobierno y de representación popular, permitiendo que se eligiera la primera legislatura 50/50 de nuestra historia y, por otro lado, el combate a la violencia política contra las mujeres en razón de género, la cual se impone, tanto a las autoridades electorales como a los actores políticos, una serie de obligaciones para prevenir, sancionar y erradicar las acciones violentas en contra de las mujeres.

2) Los fenómenos sociales trascendentes en la conformación del poder político.

3) Las relaciones de entradas (input), salidas (output) y retroalimentación (feedback) entre la clase política y su lucha por el poder.

En estas elecciones México pondrá a prueba la capacidad de las instituciones del Estado, ya que en comparación con las elecciones electorales llevadas a cabo en el 2018 el padrón electoral es más grande en un 5.4%, esto se debe en gran medida a las inscripciones de tres millones de personas jóvenes de entre 18 y 20 años al Registro Federal Electoral (RFC), además, la pandemia del SARS-Cov-2 llevó a que el Instituto Nacional Electoral (INE) institución encargado de llevar acabo proceso electoral deberá instrumentar una serie de protocolos para que las elecciones no se conviertan en un factor de amplificación de los contagios y valer los principios constitucionales de la función electoral.

Las instituciones en estas elecciones también tendrán que demostrar su imparcialidad y transparencia en este ejercicio democrático, recordemos que nuestro país se rige mediante una democracia y que tenemos gobiernos que se eligen electoralmente, pese que nuestro país se rige mediante un sistema democrático este no ha sido suficiente para que la ciudadanía tenga confianza en el gobierno, es necesario tener políticas públicas y económicas que sean creíbles con resultados tangibles, así como la propaganda electoral requerirá ser más contundente al intentar convencer y pedir el voto a la ciudadanía, pues en este proceso electoral es necesario “fortalecer a la democracia para construir instituciones sólidas, que sirvan al público, tengan los perfiles adecuados, cuiden los recursos públicos, garanticen derechos y atiendan necesidades sociales. Con los cambios de gobierno producidos por las elecciones, las instituciones que no son sólidas pueden debilitarse, por lo que es importante buscar y vigilar que estos cambios sean oportunidad para mejorar y no para debilitar instituciones.” (Mora, 2021).

Por ello, para que México pueda superar este proceso electoral más grande en su historia es necesario que la ciudadanía se convierta en un actor no sólo proactivo sino propositivo y que los políticos de la actual administración pública logren alcanzar un verdadero frente a los retos y den certidumbre y confianza a la población, para así generar cambios que tengan un efecto positivo sobre la mayoría de sus habitantes, mediante políticas públicas, programas que sean innovadores, información de calidad, que se utilicen correctamente los recursos, que se respeten las leyes electorales y por último mantenernos activos después de las elecciones para vigilar a quienes ocupen cargos públicos para que atiendan nuestras demandas, rindan cuentas, con esto se podrá lograr que se genere un desarrollo económico, social y se permita crear un ambiente de colaboración entre todos los sectores para construir soluciones viables y mejores para los mexicanos y las mexicanas.