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¿México llegará a una crisis de confianza y política?

En México, este 2021 inicia con un conjunto de preocupaciones en el ambiente político, social y económico, ya que será difícil dejar atrás el año 2020 debido a la crisis originada por la pandemia del coronavirus SARS-Cov-2, el cual ha generado una pérdida considerable de empleos, esto se muestra de acuerdo con cifras del INEGI, donde la pérdida es de 626 mil empleos al cierre del 2020, con la llegada de la vacuna la población deposita su confianza y esperanza en que las autoridades logren controlar la pandemia por la COVID, con ella se promete controlar y posteriormente frenar la pandemia, para lograr reactivar las actividades productivas de la economía y resolver situaciones sociales como: salud, seguridad, crecimiento desordenado de la población, falta de empleo, contaminación, etc., estas solo son algunas de las problemáticas a las que se tiene que enfrentar esta administración.

Recordemos que por la situación en la que nos encontramos México vive un momento de crisis económica y política, ya que dentro del país la ciudadanía tiene desconfianza hacia las instituciones y sus gobernantes, debido a que los gobiernos anteriores han dejado sin resolver la inseguridad, injusticia y corrupción, los cuales fueron y siguen siendo una problemática en la sociedad, debilitando el Estado de derecho.

Cabe mencionar que este año 2021 será de elecciones en donde México se verá bombardeado durante las campañas electorales de publicidad de spots con sus propuestas proselitistas, pero este cambio electoral puede verse afectado ya que el bienestar de la población no se ve reflejado, debido a que se ha ido creando duda acerca de este gobierno y su administración, ya que no se ha demostrado que puedan imitar a otros países de América Latina que están haciendo todo lo posible por destruir la economía como Argentina, Venezuela y Ecuador, entre otros, corriendo el riesgo de que se repita las políticas económicas que demostraron ser un fracaso, como el proteccionismo, prohibir el libre mercado, atacar la iniciativa privada y problemas de inflación.

A pesar de que nuestro país se rige mediante una democracia y que tenemos gobiernos que se eligen electoralmente, no ha sido suficiente para que la ciudadanía tenga confianza en estos, ya que para construir instituciones democráticas es una tarea de mucho más esfuerzo y estudio, pero sobre todo de acciones, es necesario tener políticas públicas y económicas que sean creíbles y tengan resultados tangibles. Pero no solo esto es lo que ha creado la desconfianza de la sociedad sino la hipótesis de que esta administración tiene una ideología de ser antiempresarial.

Esto se debe a que muchos políticos no terminan de comprender que cuando intentan controlar o meterse en el manejo económico provocan grandes catástrofes financieras y económicas, pues no llegan a entender que si no se respetan los derechos de propiedad, la libertad individual, la competencia, el manejo adecuado del gasto público sin necesidad de deuda, garantizar el Estado de derecho un país jamás van a poder dar certidumbre a la inversión privada, la cual es uno de los motores más importantes para el crecimiento económico.

Para que nuestro país pueda superar esto es necesario que los políticos de la actual administración pública se transforme con el objeto de alcanzar un verdadero frente a los retos que obliga el nuevo proceso de competencia mundial, se debe dar certidumbre y confianza a la población pues solamente así podremos tener una recuperación, su responsabilidad y obligación deberá ser generar cambios que tengan un efecto positivo sobre la mayoría de sus habitantes, mediante políticas públicas y programas que sean innovadores, los cuales logren generar un desarrollo económico y social.

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Si hablamos a nivel mundial, veremos que la economía de México se verá determinada por el avance de recuperación de Estados Unidos, sin embargo, es cierto que al reactivar sectores claves como turismo, maquila o infraestructura se tendrá un gran potencial en el crecimiento y recuperación en los próximos años.

Las creencias optimistas acerca de la economía y la política, están basadas bajo un escenario donde el 2021 dará paso a un panorama de vasta distribución de vacunas, pues el Gobierno de México obtuvo tres contratos de pre compra con farmacéuticas CanSino Biologics, AstraZeneca y Pfizer, con el propósito de adquirir las dosis suficientes de vacunas para así poder abarcar el mecanismo COVAX, con hasta 116 millones de mexicanos, de esta manera atacar con el antídoto la crisis en camino; 2021 se perfila como un año que pasara a la historia como un año de resurgimiento.

De manera que, las instituciones y gobernantes deben generar confianza en ellos para no generar una crisis de desconfianza política en los ciudadanos, por ello el cambio electoral debe desarrollar un mayor bienestar que beneficie a la población; es de suma importancia que los políticos de la actual administración proporcionen confianza para poder tener una recuperación económica, social y política en México.

Encuesta Nacional de Valores en la Práctica

La ciudadanía no confía en las instituciones de los tres niveles de gobierno y dentro del federal no se confía en ninguno de los tres poderes: Judicial, Legislativo y Ejecutivo. El 75% de quienes respondieron la encuesta (1,050 personas) considera que en su gobierno municipal no se vive la honestidad; el 80%, que no hay honestidad en su gobierno estatal; y el 85% afirma que en el gobierno federal no se practica la honestidad. El grado de decepción de los ciudadanos respecto al gobierno no tiene precedentes.

A estas condiciones hay que sumar los siguientes datos: el 74% de los participantes no cree que los medios de comunicación tradicionales, como la televisión, la radio y la prensa escrita, les dicen toda la verdad sobre lo que sucede en el país, lo cual explica, en buena medida, por qué los mexicanos optan cada vez más por medios digitales.

En cuanto al sistema de justicia, los resultados dan muestra de lo que tanto se ha ventilado: que la justicia en nuestro país está tomada, corrompida, minimizada y en un estado de letargo e ineficiencia histórico. El 34% de la población dudaría en denunciar un delito, y tan sólo 6% confía en que se llegaría a resolver un delito denunciado.

Cifras en otros apartados de la encuesta abonan el argumento de que estamos en medio de una crisis de confianza en México: sólo 30% de quienes respondieron considera que los líderes empresariales viven con valores y ética, y sólo el 32% cree que sus propios colaboradores de trabajo practica la ética y valores en su desempeño. ¡Vaya!, el mismo ejército, las instituciones educativas y las instituciones religiosas han comenzado a perder la credibilidad de la que tanto gozaban.

Una de las tareas del gobierno, incluyendo cámaras legislativas, es sentar las bases de la confianza nacional. Muchos tenían la esperanza de que así fuera; por ello, emitieron su voto como lo hicieron. Los elegidos tendrán que responder cumpliendo, como condición básica para generar confianza, pero también siendo incluyentes, innovadores, eficientes, honestos y transparentes.

La confianza tarda años en desarrollarse, pero se destruye en minutos.